Despidiéndome.

No puedo y no quiero olvidarme de todo lo que vivimos, de tus ojos, tu mirada, tus palabras, tu sonrisa, tu voz. Hasta llegué a creer que fue real, pero en mí mente ya se hicieron fantasías y no me costó creer que fue todo una farsa. Alguno de los dos se olvidó de escribir con anticipación un cartel que dijera: Cualquier semejanza y/o con la verdad es pura coincidencia. Como todo lo que pasamos juntos, fue todo una coincidencia tras otra,  palabras dichas a la mitad, frases interminables, miradas eternas y miradas de reojo sin sentido alguno, miedos y precipitaciones, dichos y des dichos, amor y confusión, verdades y ocultismos todo eso fuimos, todo eso no quiero volver a ser.
Moriría por revivirlo, no lo niego, pero si después de los momentos más perfectos vamos a volver a cometer nuestros errores, yo no quiero hacerlo, no quiero arriesgarme a perder lo poco de coraje que me quedó.
Ya no sé ni para qué sirven tantas palabras, tan llenas de VOS tan llenas de nada. Tan llenas de todo lo que fuimos de todo lo que no vamos a ser.
Se dice que cuando despedimos algo, es porque viene algo mejor, pero no me voy a dejar engañar tan fácil, mi mente no me deja jugar esos juegos, esos horrorosos juegos de comparación. Voy a dejar de intentar decifrar misterios, si después de todo, lo único que vale es la realidad, y la realidad es que, lo nuestro terminó. No sé lo que pueda llegar a pasar después pero al menos hoy, somos solo pasado, ya no existe realidad en nosotros, pero voy a esperar tranquila, nada me apura y todo me hace apostar a que con mis amigas, este verano va a ser más que una realidad, va a ser lo que la realidad nunca hubiera esperado!